Vivencias barriales...

Otro recuerdo que encontre en el baúl del Word. Aviso que desde el 18 del corriente mes no voy a tener internet hasta que me reconecte de Arnet asi que habrá déficit de post. Saludos a todos los que pasaron y a los que pasarán. Les dejo algo que escribí hace tiempo y que habla sobre mis tiempos de adolescente. Tal cual pasó. Buen mes y dejen comentarios che!

Duros... eran los de antes...
Que los principios de los 90’ fueron una resaca del “glam ochentoso” ya todos lo sabemos.
De la era pre - nirvanesca solo recuerdo las camperas con tachas y las botas mal gastadas de “Mili”.
Mili, fiel protector de mis primeras andanzas como adolescente, me guiaba por el buen camino de la cerveza y el buen rocanrol.
–AC/DC, RAMONES, G’ n’ R...y nada mas....-
Palabras que yo tomaba como sermón dominical luego de habernos bajado 3 o 4 “Toro Viejo” después de algún Sábado “esperando la madrugada” en la escalera (como decíamos).
Tipo jodón, si habré conocido, que me cagó a azotes en el popular pero nunca infaltable juego de borrachos llamado “cinto escondido” y que me pinto la cara en el tétrico “juego del plato” (quedé mas negro de lo que soy!!)
Duro. Pero de esos duros que no lo son porque les gusta, sino porque necesitan serlo así.
Así era Mili.
Trataba de imitarlo en todo lo que podía: camperas, tachas, jeans ajustados y botas.
El pelo largo era una gran frustración; mi pelo, como dirían las viejas, era de paja.
El de él era mas largo que el de “Slash”!
Jamás lo voy a olvidar.
Íbamos caminando por uno de los interminables pasillos del barrio con el objetivo de robar focos que estén descuidados a la intemperie (queríamos tener nuestro propio juegos de luces y el que diga que nunca lo hizo, no le creo) cuando se escucho un:
-Miau....
-¿Que mierda es eso?- pregunto un imberbe.
-Es un gato. ¡Pelotudo!-dijo Mili.
Estaba en una de las esquinas de la zanja que bordean el pasillo. Era chiquitito. Calculo que no tendría mas de 1 mes.
Se acurruco cuando nos vió.
Blanco con manchas negras.
No te digo que era lindo pero era extraño. Aparte era obvio que no comía hace un buen tiempo (o que nunca había comido) porque se le notaban las costillitas como si fuera un arpa el bichito.
-¡A que cae parado!- dijo Ale
No me dio tiempo ni a pensar (a si iba a caer parado o si podía detenerlo).
Ale lo lanzo unos 8 metros para arriba tratando de confirmar su estúpida teoría pero cuando me di cuenta, el felino ya estaba contra el borde de la zanjita hecho bosta con los sesos afuera.
Todos se fueron riendo hasta que se dieron cuenta que faltaban dos.
Yo, mirando fijo al tipo que me enseño muchas cosas en la vida.
Mili, sentado, llorando al lado del gatito muerto y en ese momento era la persona más sensible que había visto en mi vida. Del tipo duro con camperas y tachas vi poco.
De su alma, mucho.

p/d: "ven abre tus manos bajo este cielo azul"...

sos un angel.sabelo.te quiero.sabelo.

ahora quiero escalera.sabelo.jeje.tqm.